Todo lo que querías saber sobre el vino y no sabias a quién preguntar

Cómo hacerse ‘catador’ en diez pasos

Cuantas veces te has preguntado cuál es la temperatura
ideal del vino para ser degustado con todos sus matices, o qué hacer si abres una botella en casa y no te la tomas entera. Y cuantas veces, también, habrás especulado con elegir cuando abrirla y en de qué manera detectar si el vino
está bueno o malo. Pues para averiguarlo sigue leyendo y recuerda que lo importante es que la botella que abras te guste y disfrutes con ella. Y ya está.
 

El vino es un producto
que ha sido creado para disfrutar y que requiere de la calma necesaria para ser
degustado con todos sus matices. Naturalmente, como ocurre con otros alimentos (y el vino
tomado con precaución es incluso saludable) las botellas deberían llevar un
etiquetado más informativo
del que llevan; más explícito, en una palabra, y con
información más útil acerca del contenido que vamos a tomar. Ya sé que el espacio
para escribir en una botella es escaso, pero si podemos informar con un twit,
¿cómo no vamos a poder hacerlo en una etiqueta?.

Una de las dudas más comunes que se nos plantean al abrir una botella es qué hacer si nos encontramos con algo que no es normal
como, por ejemplo, que descorchemos un vino del 82 y huela a frutas frescas o que un vino joven huela como a humo. La cierto es que, aunque no sea lo nomal, sucede y hay que esperar una sorpresa de cada botella porque al ser un producto vivo su contenido va variando a lo largo del tiempo y responde a muchos factores como el calor, la humedad o un corcho que no es compacto y ha dejado pasar el aire durante su almacenamiento.


Precisamente, esta es una de las anomalías más comunes y que, cuando ocurre, suele afectar a un número seriado de botellas. Por eso, se dice que el vino tiene corcho (el corcho tiene
una especie de barrillo en su base y el vino huele como a agua estancada), lo que
significa que el vino no está bueno y, si estamos en un restaurante, deberíamos
devolverlo. Lo que ha pasado es que el corcho está roto por algún lado y no ha
cumplido su función de aislamiento del vino con el exterior.

Pero no siempre es fácil detectar si un vino está bueno o malo. Lo
primero llamativo puede ser el color. Por ejemplo, si hemos pedido un vino
joven o crianza (tinto) y tiene un color marrón o metálico indicaría que no está bueno,
porque esta es la característica de los vinos de reserva con mucha madera.
También podemos detectarlo por el olor. Ya hemos dicho que un olor como a
humo o agua estancada, puede indicar que no está en condiciones. Finalmente, el
sabor agrio o avinagrado también puede ser definitivo. Aunque habría que
matizar mucho, si el blanco está muy oscuro y es grueso de sabor; si el crianza
es demasiado alcohólico y si el reserva huele mal tras la aireación. Otra de las preguntas que solemos hacernos es cuanto tiempo
antes de servirlo debemos abrir el vino. Con el blanco, el momento de servicio es
instantáneo, pero con el tinto, y dependiendo de su vejez, puede ser de hasta 2
horas. Cuanto más viejo sea el vino, más oxigenación necesitará. En esta
oxigenación o decantación, tambien interviene el tipo de uva y como fue
elaborado. Así que, como regla general, si es un vino joven hay que
abrirla botella 15 minutos antes de su consumo; si es un crianza, 60 minutos
antes y si es reserva entre 60 y 120 minutos antes. 
Por lo que respecta a la oxigenación, lo idóneo es tener un decantador, pero si no
lo tenemos, existe una forma más casera de hacerlo. Se trata de llenar un cuarto de copa
de vino. Eso hará que en la parte superior de la botella quede una cámara de
aire suficiente para que se oxigene con mayor rapide. 
Bueno, ya tenemos la botella abierta, pero a qué temperatura lo servimos. Los que no saben nada de vino, dicen que debe servirse a
temperatura ambiente, pero esto es una patochada porque la
temperatura ambiente no es la misma en Oslo que en Rabat, ni tampoco existe la misma humedad ambiental,
así que el vino tiene una temperatura de servicio que normalmente es fresca.

Así el blanco debe tomarse a unos 10 grados; lo mismo que el
rosado; el tinto crianza, sobre los16 grados y el reserva, sobre 18 grados.
Que rico está el vino y qué bien lo estamos pasando, pero no nos vamos a tomar la botella entera, ¿que podemos hacer con el vino que sobra para que no se estropee?. Meterla en el frigorífico. Sólo hay que tener precaución de dejarla a temperatura
ambiente 15 minutos antes de volver a consumirla.
Pero es que, además de eso, hemos tenido la suerte de que nos han regalado una caja de botellas o varias cajas, ¿donde las conservamos?. Pues en un lugar fresco y sin cambios de temperatura y, lo que es más importante, hay que dajarlo allí y no moverlo del sitio hasta que no lo vayamos a consumir.
Si cuando vamo a tomarlo está caliente, cómo lo enfriamos: ¿en el frigorífico? No, lo mejor, es poner hielo en una cubitera para propiciar que se enfria lentamente. Eso reduce la cantidad de alcochol que soltará el vino al descorcharlo y potencia todos los matices del vino. En vinos muy poderosos el enfriamiento y la aireación se hacen imprescindibles para poder consumirlos con tranquilidad.

En lo que respecta a la copa en la que servirlo, debe ser lo suficientemente grande que permita oxigenar el vino y
girar el líquido liberar sus aromas. El
borde debe ser lo más fino y cerrado posible para controlar
la orientación del bouquet y contenido. Naturalmente, de cristal (Riedel , mejor) y transparente para poder bien color, burbujas -si las tuviere- etcétera. Asimismo, el pie de la copa debe ser lo suficientemente
largo para poder sostenerla sin trasmitir al vino el calor de la mano

Decálogo indispensable para un buen beber

1.-Conserva el vino en lugar fresco, oscuro y no lo muevas de sitio hasta el descorche
2.-La posición tumbada es la mejor para que el corcho entre en contacto con el contenido.
3.-Enfría la botella si no tiene la temperatura adecuada (ver temperaturas en el texto)
4.-Abrelo con antelación, dependiendo de su variedad y envejecimiento (ver tiempos en el texto)
5.- Si te sobra vino, guardalo con su tapón de corcho en el frigorífico que allí aguanta tres dias sin perder cualidades.
6.- Si al abrir huele a humo, agua estancada o vinagre devuelve la botella, está malo.
7.- Utiliza copas Riedel o similares para su degustación, tipo Burdeos para el tinto y Chardonay para el blanco y las copas de ‘fllauta’ para el champagne o el cava.
8.-Para beber, toma la copa por el tallo para no calentar el vino con la mano
9. Lava las copas a mano y con agua y jabón y nunca las seques boca abajo porque pueden tomar malos olores.
10. Disfruta. A los tintos les van el queso y el jamón; a los blancos y los finos, el jamón, también y al cava y al champagne, el salmón, los ahumados y los frutos secos (aparte del caviar, claro está).

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