La reinvención del roscón y mucho más
¿Os gustan los roscones que no saben a roscón? o, dicho de otro modo, ¿estais dispuestos a probar un roscón elaborado a base de fresas y champán, gin tonic y hasta Anís del Mono?. Estos y otras deliciosas propuestas, dulces y saladas, son la carta de presentación de la Rosconada: una empresa que vende roscones por internet, además de en algunos establecimientos concretos (cada vez más, debido a la demanda), y que, este invierno se han atrevido a poner una tienda temporal a pie de calle (en la galería Ensusitio, en Madrid). Tienda que, dicho sea de paso, fue un auténtico trasiego de gente para comprar estos bollos tan deliciosos.
Pero la apuesta innovadora de esta empresa que dirige María Navascués no se ha parado ahí, y ahora nos invitan a comernos una discoteca…literalmente. Y es que, la rosconada figura como una de las tiendas gourmet dentro de este batiburrillo de restaurantes, tiendas, escuelas de cocina… que es el Gastrofestival de Madrid. Pero, a diferencia de otras, su propuesta es absolutamente rompedora, ya que el 3 de febrero, a las 22h., nos invitan a una experiencia gastrosensorial por 7 euritos de nada.
Para ello, han recreado a escala 1/1 de una discoteca comestible. Un espacio matérico y riquísimo, realista y consumible….y, previsiblemente, perecedero. Se nota que María es una apasionada de la arquitectura y por eso quiere unir los destinos de ésta con la gastronomía -eso sí que es fusión- desde una óptica actual.
Como ella misma dice, ‘el objetivo es innovar en el modelo alimenticio y en la concepción de la arquitectura de relax, llenando el espacio con volúmenes construidos a partir de ciertos materiales comestibles y sometiéndolo a las transformaciones derivadas de su uso.
Por eso, la entrada a este local incluye degustación de paredes, techos y mobiliario de la discoteca comestible ( «nos comeremos literalmente el espacio») y bebida. Habrá paredes de snaks, laydowns de nubes, paredes dulces, techos de manzanas y un sinfin de materiales comestibles…
Roscones
Por lo que respecta a los roscones, su hábitat natural, la diferencia de los productos que elaboran en su obrador con los que se venden en otros lugares es que aquí, aparte de los roscones clásicos, que también se fabrican otros mucho más sorprendentes y, además, durante todo el año. De lo que se trata, es de romper el circulo vicioso de la estacionalidad, evidente en los roscones como en otros productos como puede ser el turrón o los helados. Para lograrlo han creado una carta para cada estación del año.
Por ejemplo, en invierno proponen roscones dulces y suaves, a la par que consistentes; en primavera, olorosos, florales y delicados; en verano, salados y agridulces, y en otoño roscones más nutritivos y aromáticos, con semillas y frutos secos. Además, también proponen otras variedades saladas, y otros formatos como los holes y miniholes. (http://www.larosconada.es/).
Entre los salados destaca, por ejemplo, el roscón ali oli: un roscón sorprendente, para los amantes del ajo y el agridulce, ya que tiene toques de mermelada de tomate. Otro que llama la atención es del Anís del Mono, perfumado y tonificante, con grana de anís seleccionada. Uno de mis preferidos (lo he probado) es el de fresa ácida y champán. No sé si levanta pasiones como dice el márketing de la rosconada, pero lo mejor que se puede decir de él es que no sabe a roscón y que puede tomarse en cualquier momento. Yo lo combinaría con un gin tonic o un destilado seco, para apreciar el contraste. También hay otra referencia a la que llaman Perito Moreno; un roscoglaciar, mixto de limón y azucar glass. En esta amplia variedad también elaboran un roscón helado, el Ice azahar, con helado de azahar sobre una base de roscón especial y toques de mermelada, y el de amapola, de olor dulce y aroma almendrado, con auténtica mermelada de pétalos de esta flor. Luego están los holes (los agujeros del centro del roscón hecho bollería) y los minihole, delicias de roscón, que está claro lo que son.
Después de un pequeño descanso en su actividad tras la navidad, tienen abierta su cadena de pedidos (larosconada@gmail.com).
La Rosconada. Teléfono 616 07 27 51. mail: larosconada@gmail.com . Discoteca comestible. 3 de febrero. Galeria Ensusitio. C/Colegiata 11. Madrid.
¡Fenomenal artículo! Desde luego, una discoteca comestible o un roscón de gin tonic no es algo que se encuentre así como así. Gracias por mostrarnos estos sitios tan curiosos y sorprendentes.
¿Se le podría pedir a María Navascués que hiciera roscones personalizados, a la carta? Estaría genial.