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El restaurante Idem, en Moncófar, Castellón, lleva tres años abierto.
Y, en este tiempo, ha logrado consolidarse como ejemplo de nuevo concepto de restauración en un pueblo de playa acostumbrado a los chiringuitos de paella, calamares y bravas.
Por eso, el mérito de este local, que antes de final de año tendrá «un hermano gemelo» en Valencia capital, está en ese modelo de negocio.
Un modelo rompedor, para lo que se estila por estos lares, y que hace que esté lleno hasta la bandera y en verano doblen mesas «como churros».
El Grao
El restaurante está en el grao de Moncófar, Castellón, muy cerca del ayuntamiento y con el mar Mediterráneo, que aquí es turquesa, a dos pasos.
El local es moderno, en madera, y está decorado con gusto y sin estridencias.
Tiene una terraza interior abierta a la calle, además de otra exterior y una especie de reservado.
En total, la capacidad supera los 100 comensales, aunque el récord de servicio lo tienen en 270 en una noche (doblando mesas).
Abre todo el año, aunque cuando acaba la temporada de verano solo lo hace de jueves a domingo. Además, cambian la carta según la temporada.
Autodidacta
El cocinero y propietario, Jordi LLeixa, natural de la Vall de Uxo, es autodidacta y ha pasado gran parte de su vida en negocios de restauración, pero sobre todo desde la sala.
En este mismo local, que antes se llamaba Picaetes, con otros propietarios, conoció a la que hoy en su esposa, Naiara, nacida en Moncófar, y con la que comparte, además de la propiedad, algunos secretos de cocina como la ensaladilla de la jefa.
Como el mismo dice: «los dos somos imprescindibles en este restaurante que es el proyecto de nuestras vidas. No concebimos un Idem sin Jordi ni sin Naiara».
Mandan las tapas
En cuanto al concepto, subraya que buscaban uno nuevo que no fuera ni restaurante ni bar; un bistró informal, que diríamos nosotros.
«Quería que en la carta mandaran las tapas gourmets, sin descuidar la existencia de principales y postres además de una selección de vinos bastante extensa», dice.
En todo caso, en Idem Jordi Lleixa busca divertirse e intentar que el verano sea lo mas rentable posible para aguantar bien el invierno y por eso el volumen es vital en este negocio.
Un volumen que, por lo que vimos, no está reñido con la calidad.
Por ejemplo, con la mencionada ensaladilla de la Jefa (9€) que tiene como ingredientes originales los kikos y la mayonesa de aceitunas negras con la patata desmenuzada; muy rica.
También tuvimos ocasión de probar, la sobrasada Peirat a base de miel, piparras, cebolleta encurtida acompañada de tostas de pan (8€)…una maravilla, lástima que la ración fuera tan pequeña.
Aparte de estos entrantes, también tienes para elegir steak tartar, torreznos, flor de blanquet, burrata asiática ..y así hasta dieciseis platos.
Unidades sueltas
Asimismo, cuenta con un apartado en el que los bocados se piden por unidades individualizadas.
Esta sección nos llamó mucho la atención y por eso pedimos el Roll Flama que es un brioche de mantequilla, rabo de toro desmigado, patatas paja y salsa secreta (5.50€).
Una pasada de rico y super recomendable. Suave y sabroso a la vez: un gran equilibrio de sabores con los toques de cocinas del mundo muy al gusto del chef.
Roll y bao
También pedimos, como fans que somos de los baos, el kuramati que es, según reza en la carta, el «bocado fetiche del restaurante» (4,50€).
Además del pan bao, este bocado lleva pulled pork, ricota, chiles chipotles y huevo de codorniz.
Igual habíamos puesto muchas expectativas en él, pero estando bueno, que lo está, a este bao hay que pedirle mas; mas hierbabuena y mas salsa o algo similar para que tenga más poderío.
Otros bocados (9) son el Roll di Braies con tartar de atún, la coca de anchoas, las croquetas o el bao Bolzazo a base del sempiterno secreto ibérico.
Principales
Como ya adelantamos, la carta contiene pocos principales (3), a saber: lasaña vaga (rabo de toro, 16€)), hamburguesa Veggie (trigo, 14€) y el crujiente de pato (16€).
Nosotros pedimos este último y creo que acertamos de pleno.
Envuelto en masa filo y con compota de pera, estaba eso: crujiente, a la vez que tierno y suave.
Postres
Los postres de Idem (5) también tenían buena pinta, así que nos aventuramos por «el puto tiramisú», el postre que dice palabrotas, como se expresa en carta.
Y estaba bueno, pero como otros muchos que hemos probado.
Otras opciones son el Coliseo de Roma (crumble con choco blanco), tarta de queso y ganaché de pistachos (todos 7€).
Eso sí, nos pareció que al precio de los postres le sobraba un euro y mas si pides el Clarita’s breakfast: un coulant caliente de leche con cereales (8,5€), pero este tema siempre es opinable.
En resumen, pensamos que Idem es un restaurante muy recomendable para pasar una velada estupenda y una alternativa novedosa y plausible en un territorio dominado por los chiringuitos.
Por eso, por el nivel de notable general de los platos y por la profesionalidad y amabilidad del servicio, Idem merece una o más visitas. Nosotros volveremos en la primera ocasión que tengamos.
Nuestro menú (compartido)
📕Mejorable 📙Aceptable 📗Bueno 📘 Excelente
| Entrante 📗 | ENSALADILLA DE LA JEFA |
| Entrante 📗 | SOBRASADA PEIRAT |
| Entrante 📘 | ROLL FLAMA |
| Entrante📙 | BAO KURAMATI |
| Entrante 📘 | CRUJIENTE DE PATO |
| Postre 📗 | TIRAMISU |