Guía Peñín 2015: Lo mejor en ocho ‘suertes’ taurinas

La famosa Guía de Vinos celebró su XV salón en la plaza de toros de Las Ventas

Exitosa, como de costumbre, la Guía Peñín y el XV Salón de los mejores vinos de España, reunió a un gran número de asistentes ávidos por conocer qué ‘pases’ iba a dar esta edición en un coso tan emblemático como el de la plaza de las Ventas en Madrid. Y aunque el lugar no resultó ser el idóneo, puede decirse que el certamen sigue vivo; y eso ya es bastante.

Organizar eventos gastronómicos y/o eminentemente relacionados con los vinos, como la presentación de la Guía Peñín, no es nada fácil, y acertar con el lugar idóneo menos aún. Este año -no sé si repetirán- el XV Salón de los Mejores Vinos de España, que es como se llama en realidad, se celebró en la plaza de toros de Las Ventas y no resultó muy lucido porque el soporte elegido, aunque gracioso e innovador, era bastante espartano.Eso ocasionó que los carteles de vinos, bodegas y puntuación no estuviera a la vista si se acumulaba gente frente a las mesas, por eso pensamos que lo idóneo hubiera sido poner un cartel más grande (incluso como si fuera un cartel taurino) detrás de cada mesa-stand para identificar bien cada referencia. 
Otro consejo -aunque suene raro tratándose de enología- es que tal vez habría que inncrementar el número de lugares donde picar algo entre vinos. En esta ocasión, tímidamente -porque las chacinas apenas llegaban para los avezados asistentes y los compromisos de la marca- (la hoja del Carrasco) se situaron dos mesas con sus productos en dos zonas del recinto, que no pudieron dar abasto para satisfacer tantas necesidades. Y es que ‘escupir estos vinos’ aunque sea lo ortodoxo tratándose de una larga cata, no está al alcance mental de cualquiera. Y es difícil renunciar a tomar dos sorbos de tan suculento paladeo.
Pero salvo estos dos pequeños -y son muy pequeños- detalles, la muestra de la Guía Peñín fue un éxito de asistentes y puede decirse, y ya es mucho, que el evento sigue vivo. Nosotros hemos hecho una selección ‘a ciegas de precio’ (es decir que, salvo Pingus, no sabíamos el precio de lo que probábamos), y a pesar de eso, nos ha salido lo que nos ha salido.Se nota que nuestro paladar nos lleva hasta lo mejor (y nada barato, aunque el concepto barato o caro no exista en cuestión de vinos). ¡Qué le vamos a hacer! Aqui tenéis nuestras 8 suertes (así se llaman los pases de capa, muleta, etcétera) en tauromaquia.

1.- El más buscado fue el vino Mancuso. Los productores no saben si es bueno para el marketing que siga siendo difícil de encontrar. Nosotros lo conocimos por ‘culpa’ del emérito y admirado sumiller Custodio Zamarra en una comida que disfrutamos hace algún tiempo en Zalacaín. Entonces, este vino aragonés ya nos pareció brutal y, a la espera de conocer la nueva añada, sigue siéndolo. Vino de la Tierra de Valdejalón, cerca del Moncayo, está elaborado con Garnacha 100% y tiene un grado alcohólico de 14.5 grados. Casi perfecto. 40 euros.

2.- El más caro de Peñín y de España se elabora en el pueblo de Quintanilla de Onésimo, cerca de Peñafiel, en Valladolid. Se trata del Ribera del Duero Dominio de Pingus 2012 que tuvimos el privilegio de probar -sin escupir una gota, igual que nos pasó con Mancuso y todos los que hemos selecionado aquí-. Delicado, maravilloso, rotundo…elaborado por el danés Peter Sisseck -su mote es Pingus-quien debutó como enólogo en bodegas Hacienda de Monasterio allá por 1985. Tinta Fina del País de cepas más que viejas.No tienen twiter, ni facebook…ni falta que les hace. Lo venden todo sin más. Una botella, 1000 euros.

3.- Los que nunca fallan. Este es el caso de Roda I reserva y Cirsion. Tempranillo, garnacha y graciano -tan difícil de cultivar- en Haro, Rioja Alta. Estos vinos son de armas tomar. Redondos, maravillosos, rozan la perfección y nunca decepcionan. El Cirsion es excepcional, pero nosotros sentimos casi un amor platónico por el Roda I reserva.Impecable, como un traje de Armani 130 y 40 euros botella, respectivamente.

4.- El recuerdo más dulce. Capricho de dioses o lo que es lo mismo el summum del vino dulce por excelencia. Jorge Ordoñez lo borda y lo mima y, si no, como muestra un boton: De su número 4, en edición limitada, solo se han elaborado 1000 botellas y para cada una de ellas se seleccionan y emplean 36 kilos de uvas. ¿No es increíble? Blanco,dulce, moscatel de Alejandría (Málaga) que no sabe a moscatel, sino a seda dulce. 40 euros. Si no conseguís comprarlo, tendreis que conformaros con el nº 3 que tampoco está nada mal.

5.- Los más sorprendentes. El proyecto de Bodegas El Nido (Valle de la Aragona, Jumilla), surge
de la colaboración de familia Juan Gil (Jumilla); Jorge Ordoñez, y Chris Ringland, considerado como uno de los más reputados
enólogos de Australia, y autor de Clío y El Nido. Clio está elaborado con un 70 % de Monastrell
y un 30 % Cabernet Sauvignon. El de 2012 ha pasado 22 meses en barrica de roble francés, y cuesta 30 euros. El Nido, se elabora a la inversa; es decir: un 70% de Cabernet y un 30 % de Monastrell y tiene un precio de unos 120 euros. Deliciosos con una base de dulzor que lleva al éxtasis, puede que este vino sea del gusto de muchas mujeres. Y nosotros nos apuntamos como seguidores.

6.- El de más alta puntuación. Contador 2012 ha obtenido 99 puntos (de 100 posibles) en la Guía Peñín y 96 en la de Parker. Complejo y elegante, va desprendiendo matices a medida que se abre en la copa. Un streaptease enológico que hace que quien lo cata se vuelva loco de tanto pensar que está tomando. Sobran las palabras para otro vino top. Un Rioja a la medida de de Benjamin Romeo a base de uvas graciano, mazuelo y tempranillo en perfecto equilibrio. 220 euros botella.

7.- El milagro de Toro. Está claro que si alguna bodega ha apostado más por una zona geográfica esa fue LVMH cuando se marchó a Toro, Zamora, para prestigiar unos vinos que hasta entonces eran de los que ‘raspaban’. Ellos consiguieron rescatar la uva tinta de Toro para la causa y crear tendencia con Termanthia,Numanthia y Termes, este último, objeto de culto en EEUU (130, 35 y 20 euros respectivamente), e imposible encontrar en España hasta hace muy poco tiempo.

8.- A mayor gloria de Telmo. A Telmo Rodríguez le han calificado de todo: desde ‘enfant terrible de la enología’, hasta el ‘adriá de las bodegas’, hasta el Howard Hughes del vino, por lo difícil que es de localizar. Siempre de aquí para allá, se formó en la exigente zonas de Burdeos (Francia) y comenzó a trabajar en Remelluri, bodega de la que se marchó y a la que ha vuelto ya en 2010 como presidente. Su cartera de vinos – de la compañía de vinos de Telmo Rodríguez- es tan amplia como reputada su intuición ‘para sacr petróleo de la nada’ como cuando recuperó parte de la viña de Cebreros con la producción de Pegaso, en sus inicios con el piloto Carlos Sainz como socio, y ahiora ya en solitario. Pero Telmo Rodríguez, aparte de en este pueblo de Ávila -en el que, por cierto, nacio el extinto Adolfo Suárez- también cultiva en Rioja en Málaga e incluso en Lanzarote, lugar que en su opiniòn tiene una malvasía excepcional. Defensor de la artesanía del vino, sus creaciones se pueden degustar desde 18 euros en adelante.

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