El ‘tipo de moda’ que conquista a las mujeres
Has unos cuantos post os hablé de los gin tonics y de cómo se había extendido su consumo y, sobre todo, entre las chicas. En aquél comentario hablaba de que a esta eclosión ‘gintoniquera’ había contribuido, decisivamente, la aparición de nuevas ginebras aromáticas y más adaptadas a los gustos de las mujeres. Y no es que la ginebra seca, clásica, tipo London Dry haya muerto, pero si que tiene que compartir su fama con otras muchas que han venido a hacerle una seria competencia. Y lo mismo puede decirse con las tónicas, que, digamos, plantean que hay vida más allá de la Schweppes (aunque para mí siga siendo la mejor por mucho que Adrià se decante por la Fever Tree) y del limón exprimido en el vaso que ha dejado espacio a la lima, el pomelo y al pepino.
Hoy, el gin tonic amenaza con desbancar incluso a George Dann como la sensación del verano, por eso me he propuesto analizar para vosotros alguna de las nuevas marcas que están más de moda (obviaré por conocidas la Beefeater, Bombay..etcétera) como Gin Mare, G’vine, Bulldog, Brookmans, Citadelle, Hendrick, Blue Ribbon, Martin Millers y Tanqueray Ten.
Gin Mare. La primera ginebra premium cien por cien española. Muy botánica, cuenta en su composición con distintas plantas mediterráneas como el tomillo, el romero y el aceite de oliva. Secreto: añade al gin tonic una rama de romero fresco.
Brookmans. Sabe a frutos rojos y es tan suave que puede tomarse sola y con hielo. SE le pueden añadir fresas o frambuesas aparte de la tónica. Secreto: congela junto al agua de los cubitos, frambuesas deshidratadas. Cuando pongas los hielos en el vaso se irán deshaciendo dejando libres las frambuesas.
Hendrick. Esta ginebra va inseparablemente unida al pepino dulce (británico y holandés). De hecho, lo lleva en su composición, junto a los pétalos de rosa. Secreto: a voces, en este caso. Añadir una rodaja de pepino es indispensable.
Bulldog. Amapolas y regaliz para una ginebra que conlleva cuatro destilados y tres procesos de filtrado hasta su elaboración final. Secreto: Sirvela con una barrita de regaliz. Estará imponente.
G’Vine. En todas sus versiones (Floraison, Nouaison…) el enebro básico de las ginebras se combina aquí con la flor de la uva blanca en toda su extensión. Secreto: le va bien el pomelo.
Citadelle. Si encontrais la tipo reserva, cuidadín que os darán un buen palo. Sólo se fabrican 8.000 botellas al año y es cara. La versión botánica, más modesta, lleva 21 especias distintas y exóticas desde canela de Sri Lanka a pimienta de Java. Secreto: ponle algo verde y dulzón, como la hierbabuena, la refresca bastante.
Blue Ribbon. Esta es muy arómatica y un tanto dulzona puesto que se envejece en barrica de roble. Secreto: yo la tomaría sola con hielo, pero si la combinas ponle una tónica bien seca.
Martin Miller’s. Se destila al modo tradicional y, como el whisky de malta, por tandas. En su composición, además de bayas, hierbas, raíces y especias, encontramos naranja, piel de limón, canela, cilantro, regaliz y nuez moscada. Es una London dry suave. Secreto: le va una tónica como la fever-tree.
Tanqueray Ten. La última ginebra de la marca británica Tanqueray. Su novedad es que se elabora combinando naranjas, limas, pomelos, enebrinas con un licor neutro, con cuatro destilaciones distintas. Gracias a ello, tiene sabor muy equilibrado y fresco…y más de 47º. Secreto: pon lo que quieras, pero que la suavice.
Las tónicas son otro cantar. Ya sabeis que están hechas a base de quinina y que se las empezó a mezclar con ginebra para matar este sabor (¡qué cosas¡). De ahí nació el sacrosanto gin tonic. Hay muchas ginebras, pero también hay una cuantas tónicas que se han unido a la fiesta bajo la etiqueta de premium. Común a todas ellas es que se elaboran de forma artesanal y con ingredientes naturales, o al menos eso dicen para justificar su precio. Estas son las más famosas:
Fever-Tree. Parece ser que un día Ferrá Adrià la eligió y, desde entonces, dicen que es la mejor tónica del mercado, aunque yo creo que va en gustos. Sus ingredientes son totalmente naturales: quinina, azúcar de caña, agua mineral y cítricos, sin ningún tipo de conservantes ni edulcorantes.
1724. Se llama así porque es a esta altitud en metros donde se selecciona la quinina que dará lugar a la elaboración de esta tónica argentina para la que se utiliza agua mineral de un manantial de la Patagonia y cítricos.
Fentimans. Se elabora según el método tradicional de preparado botánico que permite que el poso de los componentes utilizados termine en la botella potenciando así su sabor. Entre ellos destacan, una base de grano, corteza molida de quinina y limoncillo de Asia, azúcar de caña y agua purificada.
Además de éstas, también están la Qtonic y la Boylan, y, por supuesto la Schweppes que ahora se ha modernizado aromatizando su tónica clásica a base de azahar y lavanda, pasando por la Indian Tónic, Tónica Pimienta Rosa o la Tónica Ginger.
Finalmente, queda hablar de cómo preparar un buen gin tonic. No es que haya que desterrar el limón, pero no hay que exprimirlo dentro del gin. En todo caso, cortar un poco de su corteza, exprimirla y espolvorearla dentro del vaso que debe ser ancho (o copa de balón) para que la ginebra libere todos sus aromas. Mejor que el limón, la lima, procediendo igual: se llena el vaso de hielo, se exprime la corteza de la lima, se pasa por el borde y se pone dentro. A continuación la ginebra y finalmente la tónica, logrando que se deslice lentamente por una cucharilla con espiral para que llegue mansa hasta la copa. Y voilá. Tendremos un gin tonic premium.
Esto sí que es una lección de gin tonic. Bueno, gracias, me tomaré uno a tu salud…y con lima, mejor que con limón, jejej.
No sabia que hubiera tantas ginebras y aguas tónicas. Tal vez a partir de ahora me aficione. Me puedes decir un lugar que este bien en Madrid para tomar buenos gin tónic y que la calidad/precio sea razonable?