Castillo de Canena presentó su arbequina marino y picante

Castillo de Canena presentó sus dos nuevos aceites «premium» en un almuerzo mutitudinario celebrado en el restaurante Atelier Belge de Madrid.

Allí, su chef, Etiene Bastaits, diseñó un menú para que se pudieran armonizar los dos aceites con elaboraciones culinarias «a medida»

Estas dos nuevas creaciones están basadas en la variedad de aceituna arbequina, y que se han concretado en el Arbequina & mar, con un toque salino inspirado en el conocido plancton del chef del mar, Ángel León, y el Arbequina & Harissa (una salsa picante magrebí), que intenta ponerle un toque distinto a un aceite de primerísima calidad.

Etienne Bastaits, Rosa Vañó, Juan Carlos Román (Dominio de la Vega) y Fco. Vañó, en el Atelier Belge

Verde uno y anaranjado-rojizo el otro, el packaging también es llamativo, con unos envases llenos de filigranas que tienen que ver con la artesanía magrebí y con las algas del mar.

Packaging de Arbequina Harissa y Plancton

Harissa

El nuevo “Arbequina & Harissa” destaca por su color naranja-rojizo y por la presencia de aromas de cayena, ajo, cilantro y alcaravea.

De hecho la Harissa –que proviene del verbo árabe harasa, que significa «golpear» o «romper en pedazos»- es muy utilizada en la región del Magreb. Y Castillo de Canena «ha tuneado» un tanto la receta original (compuesta por pimiento rojo seco, cayena, ajo, cilantro y alcaravea), al añadirle su aceite arbequino.

Harissa en los platos de EEUU

Según Rosa Vañó, directora Comercial y de Marketing de la aceitera jienense, “siguiendo la tradición magrebí, hemos querido desarrollar un producto único que tiene cientos de usos, y que agrega profundidad y punjante complejidad a cualquier plato”.

Escabeche de almejas, mejillones y navajas servidos en el Atelier Belge

Plancton

En cuanto al Arbequina Plancton, en realidad esta acepción es científicamente incorrecta, y debería llamarse Arbequina fitoplancton, puesto que el plancton, en si mismo, lo representan todos los microorganismo vivos que pueblan los litorales costeros (incluido el kril, una especie de microgambas).

Estos sirven de alimento para otras especies de organismos mayores y/o peces. De hecho, el fitoplancton compuesto por microalgas marinas, es el alimento del zooplancton.

Pero dejando aparte las precisiones de biología marina, lo cierto es que el «plancton» que comenzó a emplear el chef Ängel León en su famoso arroz, otorga a los platos una textura salina que recuerda al mar.

Crema de guisantes con arbequina plancton y harissa

Microalgas que se cultivan en el “huerto marino” de la compañía Plancton Marino, que recrea las condiciones naturales que se dan en el Parque Nacional de Doñana.

Según la empresa aceitera, esta combinación, aparte de incorporar los antioxidantes ya presentes en el aceite de oliva virgen extra (polifenoles, vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y Omega 6), añade el valor saludable de la enzima antioxidante más potente conocida hasta la fecha: la superóxido dismutasa. Esta enzima es, en realidad, un barredor de radicales libres, también llamado scavenger, en su acepción inglesa.

Langostino con helado de yogur

Antioxidantes

Y ya que estamos metidos (nos ha metido Castillo de Canena) en materia científica, aprovecharemos para explicar, brevemente, que es eso de la oxidación y los radicales libres.

Hay un dicho que señala que «nacer no es sino comenzar a morir», y aunque suene macabro, en realidad es así. De hecho, el mismo oxígeno que respiramos es el que acaba por oxidarnos y matarnos. La oxidación celular acelerada está relacionada con multitud de enfermedades inflamatorias y también con el envejecimiento.

De manera que ya que no podemos dejar de respirar (por razones obvias), lo mejor para cuidar la salud es buscar la manera de no oxidarnos o, siendo realistas, de oxidarnos más lentamente.

Estrés

Algunas circunstancias de nuestra vida, como el estrés, inducen hiperoxidación, y por lo tanto afectan negativamente a nuestra salud. Uno de los oxidantes más estudiado es el oxido nitrico que está detrás de muchos infartos de miocardio.

Pues bien, para no liarnos mas, la superóxido dismutasa es una enzima (también se puede emplear el género masculino para nombrarla) que actúa como una escoba (barredor) para eliminar los deshechos (radicales libres) producidos por la oxidación celular.

Y al parecer, el plancton presente en el arbequina de Castillo de Canena, contribuiría a elevar los niveles de superóxido dismutasa que fabrica nuestro organismo.

Mercado Americano

Hasta aquí, los resultados del afán innovador de estos fabricantes de AOVE premium y sus alegatos científicos. Sin embargo, seguro que también hay razones «marketinianas» en la comercializaciòn de estos dos nuevos aceites y ambas tienen que ver con el mercado americano.

Una de ellas es, sin duda, el nombre de Ángel León, uno de los chefs con 3 estrellas Michelin más conocido y reconocido en EEUU. De hecho, el New York Times lo ha vuelto a ensalzar este año al elegir Cádiz como uno de los 52 mejores destinos turísticos para viajar en 2019.

Angel León y su plancton marino

Eso justifica por si mismo crear un aceite con plancton avalado por el chef español.

La segunda razón responde a la «fiebre» que los norteamericanos han expermentado con la Harissa, como antes ocurriera con otros productos como los cronuts, las cup cakes, los cafés con sabores especiados, los batidos detox… Ahora, este condimento parecido al pimentón picante español, se añade a casi toda las fast food, e inclusive algunas ensaladas, que se consumen a millones en ese país.


En Estados Unidos, la Harissa está ganando popularidad rápidamente como un condimento original, exótico y sabroso, siendo un ingrediente potente que amplifica el sabor de cualquier plato.

Galardones

Un tercer motivo es que tras la concesión del Sofi Award de Oro al AOVE de la marca (algo así como los Oscar de los productos), la presencia y las ventas crecieran exponencialmente en EEUU. País que, dicho sea de paso, es el destino prioritario de los aceites de oliva de alta gama.

dav

Eso trajo como consecuencia, además, la alianza con Williams Sonoma , una empresa californiana que comenzó vendiendo -entre otras cosas- utensilios de cocina, y que ahora no solo cotiza en Wal Street, sino que se ha metido de lleno en la cocina promocionando chefs, distribuyendo productos gourmet… por toda la geografía americana.

Culinary Institute

Por si eso no fuera suficiente, el CIA -nada que ver con la CIA-; es decir, el Culinary Institute of America, eligió a Castillo de Canena Reserva Familiar Picual, para representar a España en la inauguración de su Oleoteca en Greystone, California, como uno de sus “Super Premium Olive Oil.

Pollo con «pipeta incrustada» de arbequina harissa

Esto explica, sin duda, la American Connection y el afán de la firma aceitera por la internacionalización (sus aceites están presentes en 50 países de todo el mundo).

Postre a base de chopcolate, fresas y arbequina harissa

Finalmente, señalar que los vinos espumosos que armonizaron este almuerzo especial correspondieron a Dominio de la Vega, una bodega de Requena, Valencia.

Su cava brut reserva especial Rosé es fantástico, pero nada comparado con la espectacularidad del cava brut reserva Cerro Tocón Blanc de Noirs: un caprice de dieux muy recomendable…si puedes y estás dispuesto a pagarlo.

Dos de los excelentes cavas de Dominio de la Vega, el Cerro Tocón, izda., supera los 50 €


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *